- El servicio del metro TIENE Grandes fallas en cuanto a distribución de los trenes y horarios de acceso a los usuarios.
- Las personas toman personalidades extrañas al ingresar al sistema, además de volverse egoístas y en muchos casos abusadores.
Lo peor del caso es que lo segundo es lo que genera más problemas, el personal operativo trata en la medida de lo posible de hacer que el servicio funcione, pero hay que comprender que si este servicio es mucho más económico que otros medios de transporte la gente ha de usarlo aunque se genere constante congestión.
Esa misma gente que exige respeto y consideración, que espera que no se les empuje, golpee y/o cualquier cantidad de quejas dentro de los trenes, son las mismas personas que se quedan atravesadas en las puertas obstruyendo el paso de los demás usuarios, dejando los pasillo sin personas, ocasionando que muchos otros usuarios tengan que esperar no menos de 4 trenes para poder abordar, mis preguntas a esos usuarios son:
¿Qué cosa de vital importancia hay en la puerta?
¿Se quedan TODOS en la próxima estación por lo que están en la puerta?
¿El COCO, el Lobo Feroz o el tío cosa están en el pasillo que no permiten que otros usuarios aborden?
Estoy convencida de que si las personas trataran a los demás como quieren ser tratados este país sería un mejor modelo de sociedad.
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